La Medicina y los Aceites Esenciales

La medicina antigua está basada en las cualidades terapéuticas de los aceites esenciales. La moderna también aunque la industria farmacéutica está produciendo estos medicamentos en forma sintética, obviamente, sin la misma eficiencia en sus productos.


¡Resfriado? Unas gotas de Eucalipto en tu humidificador. Estresado? Unas de Lavanda. Mentalmente fatigado? Unas de Romero te ayudarán!

AROMATRAPISTA PROFEIONAL

Un poco de historia de la medicina

Los aceites esenciales han sido utilizados siempre en la medicina antigua durante miles de años y en diversas culturas de todo el mundo. Estos aceites se obtienen de plantas, flores, raíces y hojas. Estos extractos naturales se han empleado para una amplia gama de propósitos terapéuticos, desde aliviar dolencias físicas hasta promover el bienestar emocional.

En Egipto, por ejemplo, se utilizaban los aceites esenciales para fines terapéuticos, cosméticos y religiosos. Cleopatra era la gran “fan” de los perfumes.
En la India, el Ayurveda era un sistema de medicina tradicional que utilizó aceites esenciales durante miles de años.
Los chinos a medicina han empleado aceites esenciales como parte de la acupuntura y la terapia de ventosas.

En Grecia, Hipócrates, el “Padre de la Medicina”, mencionó el uso de aceites esenciales en sus tratamientos.

Enfermedades y afecciones tratadas con aceites esenciales

Los aceites esenciales se han utilizado tradicionalmente en el tratamiento de una amplia gama de enfermedades y afecciones y, como ejemplo, se podrían citar los siguientes:

  1. Dolor de cabeza y migrañas:
    • Aceites esenciales como el aceite de menta y el aceite de lavanda se han utilizado para masajes en las sienes o inhalación para aliviar el dolor de cabeza y reducir la tensión. Do o tres gotas de menta disueltas en aceite de coco para frotar la frente hombros y nuca han mostrado mucha eficacia para el dolor de cabeza.
      Los cuatro aceites esenciales buenos para este dolor son la menta, la lavanda, el romero y el eucalipto.
  2. Insomnio:
    • El aceite de lavanda es conocido por sus propiedades relajantes y sedantes, y se utiliza comúnmente para promover el sueño tranquilo. Puede aplicarse en la almohada o en un humidificador o difusor.
  3. Estrés y ansiedad:
    • Aceites como el aceite de bergamota, el aceite de incienso y el aceite de manzanilla se emplean en aromaterapia para reducir el estrés y la ansiedad. Se pueden inhalar o usar en masajes relajantes.
  4. Resfriados y congestión:
    • El aceite de eucalipto y el aceite de árbol de té son útiles para aliviar la congestión nasal y los síntomas del resfriado. Se pueden inhalar o añadir al agua caliente para hacer inhalaciones. También con el humidificador.
  5. Dolor muscular y articular:
    • Aceites como el aceite de romero y el aceite de jengibre se han utilizado en masajes para aliviar el dolor muscular y articular.
  6. Problemas de la piel:
    • Para afecciones cutáneas como el acné, se ha utilizado el aceite de árbol de té debido a sus propiedades antibacterianas. Para quemaduras menores, el aceite de lavanda puede ayudar a aliviar la irritación y promover la curación.
  7. Náuseas y malestar estomacal:
    • El aceite de jengibre se ha utilizado tradicionalmente para aliviar las náuseas y el malestar estomacal. Puede aplicarse en la piel o inhalarse.
  8. Dolor menstrual:
    • Aceites como el aceite de salvia y el aceite de manzanilla se han usado en masajes en la parte baja del abdomen para aliviar los calambres menstruales.
  9. Infecciones fúngicas y bacterianas:
    • Algunos aceites esenciales, como el aceite de orégano y el aceite de árbol de té, se han utilizado en el tratamiento de infecciones fúngicas y bacterianas. Se aplican tópicamente con precaución.
  1. Problemas respiratorios crónicos (como asma y bronquitis):
  • El aceite de eucalipto es conocido por sus propiedades descongestionantes y broncodilatadoras. Se puede inhalar o aplicar en el pecho con un aceite portador.
  1. Dolor de dientes y encías:
  • El aceite de clavo de olor ha sido utilizado para aliviar el dolor de dientes y encías. Puede aplicarse con cuidado en el área afectada.
  1. Problemas digestivos (como indigestión o gases):
  • El aceite de menta se ha empleado para aliviar los trastornos digestivos. Puede diluirse y aplicarse en la piel o ingerirse en forma de cápsulas (asegurándose de que sea un aceite esencial seguro para consumo interno).
  1. Infecciones de oído:
  • El aceite de ajo se ha utilizado en casos de infecciones de oído. Se debe diluir con un aceite portador antes de aplicarlo en el oído y siempre bajo supervisión médica.
  1. Fatiga y falta de energía:
  • Aceites como el aceite de naranja dulce y el aceite de limón se emplean en aromaterapia para aumentar la energía y el estado de ánimo.
  1. Heridas y cortes menores:
  • El aceite de lavanda es conocido por sus propiedades antisépticas y cicatrizantes y se utiliza para limpiar heridas menores y promover la curación.
  1. Problemas de circulación:
  • El aceite de ciprés se ha utilizado para mejorar la circulación sanguínea y reducir la retención de líquidos. Puede aplicarse en masajes.
  1. Problemas de la piel como psoriasis o eccema:
  • El aceite de manzanilla y el aceite de caléndula son ejemplos de aceites que se utilizan en casos de afecciones cutáneas crónicas. Se aplican en la piel después de diluirlos.
  1. Picaduras de insectos:
  • El aceite de lavanda y el aceite de árbol de té son conocidos por aliviar la picazón y reducir la inflamación de las picaduras de insectos.
  1. Tensión muscular y espasmos:
  • El aceite de manzanilla romana y el aceite de lavanda se han empleado en masajes para relajar los músculos tensos y reducir los espasmos musculares.
  1. Problemas de concentración y memoria:
  • Aceites como el aceite de romero y el aceite de salvia se han utilizado en aromaterapia para mejorar la concentración y la memoria.

Es importante recordar que la efectividad de los aceites esenciales puede variar según la persona y la calidad del aceite. Además, algunos aceites pueden causar irritación en la piel o tener interacciones con ciertos medicamentos, por lo que es fundamental utilizarlos con precaución y, en caso de duda, buscar la orientación de un profesional de la salud.

También se debe tenr en cuenta que, si bien los aceites esenciales pueden proporcionar alivio en ciertos casos, no reemplazan el tratamiento médico convencional. Si tienes una enfermedad grave o crónica, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de utilizar aceites esenciales como complemento o enfoque terapéutico.
Además, asegúrate de utilizar aceites esenciales de alta calidad y seguir las recomendaciones de dilución y aplicación adecuadas para evitar efectos adversos.

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