Disruptores endocrinos en perfumes y desodorantes

Estos disruptores alteran el sistema hormonal y son la causa de muchas enfermedades. Nuestros productos naturales no llevan nada de estos quimicos, solo esencias naturales.


¡Se ha descubierto que lo que está detrás de muchos problemas metabólicos, es un perfume!

FRANK SUAREZ – Metabolismo TV
Video sobre perfumes tóxicos

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas presentes en muchos productos de uso diario que pueden interferir con el sistema endocrino de los organismos, que bloquean la acción normal de las hormonas.
Algunos de esto disruptores han sido vinculados al cáncer y efermedades congénitas. El sistema endocrino es responsable de la producción y regulación de las hormonas en el cuerpo, que desempeñan un papel fundamental en el desarrollo, el crecimiento, la reproducción y la función de diversos sistemas del cuerpo. Los disruptores endocrinos pueden interferir en esta función al imitar, bloquear o alterar la acción de las hormonas naturales.

Los fabricantes de perfumes y desodorantes comerciales y otros productos de uso diario utilizan la misma táctica de alterar nuestro sistema hormonal. Lo fabricantes de comida procesada, comida chatarra logran alterar químicamente la función de la leptina, conocida como la glándula de la saciedad, la del apetito, que nos dice cuando dejar de comer más.

Entre los productos de cuidado personal, perfumes y desodorantes, vienen algunos de los elementos químicos que pueden actuar como disruptores endocrinos incluyen:

  1. Ftalatos: Estos son compuestos químicos utilizados comúnmente como fijadores en perfumes y como plastificantes en productos como esmaltes de uñas y productos para el cabello. Los ftalatos pueden interferir con la función hormonal y se han relacionado con problemas de salud reproductiva y otros efectos adversos.
  2. Parabenos: Los parabenos son conservantes que se utilizan en una amplia variedad de productos de cuidado personal, como cremas, lociones y desodorantes. Pueden actuar como disruptores endocrinos al imitar el estrógeno y alterar el equilibrio hormonal en el cuerpo.
  3. Triclosán: Este es un agente antimicrobiano que se encuentra en algunos productos de cuidado personal, como jabones antibacterianos y pastas de dientes. El triclosán ha sido asociado con la interrupción hormonal y otros efectos negativos en la salud.
  4. Butilhidroxianisol (BHA) y butilhidroxitolueno (BHT): Estos antioxidantes sintéticos se utilizan en algunos productos de cuidado personal y productos de belleza. Se ha demostrado que pueden afectar el sistema endocrino y están bajo escrutinio por posibles riesgos para la salud.

Es importante destacar que no todos los productos de cuidado personal y perfumes contienen necesariamente disruptores endocrinos, y muchos fabricantes han optado por eliminar o reducir la presencia de estos productos químicos en sus productos en respuesta a preocupaciones de salud pública.
Sin embargo, es esencial leer las etiquetas de los productos y buscar productos que estén formulados sin estos ingredientes si deseas evitar la exposición a disruptores endocrinos. Además, las agencias reguladoras de salud en varios países están trabajando en regulaciones para abordar el uso de estos productos químicos en productos de cuidado personal y perfumes.

Enfermedades producidas por los disruptores endocrinos

Obesidad, problemas de tiroides, algunos tipos de cáncer (ovarios, testículos…) problemas de tiroides o infertilidad tienen su origen en los benditos disruptores endocrimos, también conocidos como disruptores hormonales ya que alteran directamente nuestro sistema hormonal.

Entre los trastornos de salud más relacionados con estos disruptores figuran los siguientes:

  • Obesidad
  • Diabetis
  • Hipotiroidismo
  • Alteraciones y enfermedades neurológicas (párkinson, autismo, alzhéimer…)
  • Disminución en niños del coheficiente intelectual de 3.8 puntos
  • Problemas de fertilidad
  • Cáncer de próstata, ovarios, senos y, el peor, el cáncer infantil.

Y lo peor de todo es que estas enfermedades son hereditarias, es decir, que si no nos cuidamos todo esto lo sufrirán nuestros hijos, nuestros nietos.

Para el colmo, estos disruptores endocrinos los tenemos por todos lados: en nuestra comida, nuestro vestuario y nuestros productos de uso personal y los que a diario utilizamos en el hogar.
Esa es la “mala noticia”. La buena es que podemos minimizar su uso voluntariamente, empezando por los perfumes y desodorantes que tenemos la opción de elegir los que sean realmente naturales, elaborados con aceites esenciales y no con productos químicos sintéticos como los comerciales que pululan en nuestra televisión.

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